En estos días en los que la palabra crisis ha perdido su significado original (de cambios), en los que hasta nuestros hijos nos preguntan si no pueden ir a dos extraescolares porque estamos en crisis o si es porque mamá opina que es demasiado. En los que muchos españoles, jóvenes y no tan jóvenes, hacen la maleta y se van a otros países a buscarse la vida.....Pues en estos tiempos yo tenía la falsa idea de que todos nos volveríamos más solidarios. De que nos echaríamos una mano unos a otros. Pero la verdad es que cada día me deprime más ver que no es así.
Amigos que han perdido su trabajo, se han tenido que marchar al extranjero y dejar a sus familias aquí, a sus hijos. Deambulando por Europa - en el mejor de los casos - o allende los mares...o donde toque. Y eso, los afortunados. Gente que ayer creía que tenía su vida asegurada, el futuro de sus hijos...y hoy está como loco buscando algo que le dé dinero, ánimos y fuerza.
Triste, mucho. Y me siento muy afortunada, mi caso no es uno de ellos. Pero eso no quita que sea consciente de que, mucho más cerca de lo que hubiese pensado, estas familias están ahí.
Es cierto que hay gente que se preocupa, e intenta ayudar. Pero no aprendemos. De verdad que me deja alucinada.
Ayer estuve en urgencias con una persona que está tramitando sus papeles para legalizar su situación en el país. Digo tramitando, porque todavía no los tiene aprobados. Pero falta menos de un mes para que le digan que sí. Pues mientras no tenga ese SI oficial, no puede hacer efectivo su contrato. Y sin estar cotizando a la SSSS, en situación de alta, no puede acceder a la sanidad pública salvo que se trate de una urgencia. Bien, ayer era una urgencia. La atendieron y además estupendamente. Pero cuando tenga que ir a revisión la semana próxima, no podrá hacerlo salvo que acuda a un médico privado. Muchos dicen que ya está bien, que esta gente viene a chupar del bote, que abusan de nuestros impuestos....bueno, a todos esos, políticos incluidos yo les diría varias cosas:
1- ¿Impuestos que pagamos?.....bueno, la picaresca española es de sobra conocida, y nadie se rasga las vestiduras por ello. Si eres nacional, español, vale cobrar en B. Es que hay clases, ¿no? Eso dicen.
2- Las personas que se encuentran en esta situación no lo están por gusto. Han venido a España buscando algo mejor. Son, en su gran mayoría, mujeres que han dejado a su familia, su casa, su país, para venir al nuestro, trabajar durísimo y enviar mensualmente la práctica totalidad de sus ingresos a sus familias. En muchos casos, renuncian a una educación para que sus hermanos más jóvenes la tengan, aceptan estar solos para que los demás puedan comer o vivan mejor. Y siempre renuncian a su familia, a estar con ellos, muchas veces muchos años. No sé si recordáis los dibujos animados de Marco, pero los que seáis de mi quinta, si los veis ahora,veréis la realidad de hoy. Y deprimente.
3- Muchos de nosotros nos aprovechamos de esa situación irregular en la que se encuentran. Se nos llena la bocaza hablando de derechos y obligaciones, pero no decimos ni mu cuando regateamos 100 euros a un salario ya de por si escaso. Tenemos las de ganar.
4- En el caso de las empleadas de hogar, cotizan hasta por 1 hora de trabajo, pero no tienen derecho a prestación por desempleo. Eso sí, sean nacionales o extranjeras. Aquí, en esta falta de ayuda, todos sí somos iguales. Aplastados.
5- Argumentamos que ahora que hay necesidad, lo que tenemos debe guardarse para los españoles, que los de aquí vamos primeros en la cola. Bueno, pues sólo pensad que igual que tratamos a los extranjeros aquí, nos tratan fuera de España. Y mientras estábamos en época de vacas gordas, nadie dijo nada de toda esa marea de personas que llegaba aquí, cubría puestos de trabajo que ninguno de nosotros quería - bajo nivel, claro, too low for us- y eran explotados de manera sistemática por muchos empleadores.
Conversaciones entre amigas en las que se comenta la cara dura que tiene Srta. Colombiana porque cuando llegó a casa estaba sentada viendo la tv o leyendo (después de haber hecho todas sus tareas y como corresponde a cualquier humano, descansando al menos 2 horas en su jornada de 12h) o qué se cree la Srta. boliviana porque pretende que le pague según convenio, vamos, suerte tiene de tener trabajo.
Mismas amigas contando que han apadrinado un niño en Apadrinalandia, que tienen su foto y esperan poder ayudarle a llevar una vida mejor. Genial, es realmente una buena obra. Pero que no sólo sea para acallar nuestras conciencias. Apadrinemos al hijo de la chica que limpia en casa, sin foto, en persona.
Conversaciones entre amigos en los que se comenta con cierta envidia que Mr Madrileño se ha ido a Méjico a trabajar, qué suerte que su mujer se queda aquí, gastando la pasta. (Olvidemos que son una familia, que él preferiría quedarse aquí con ellos, disfrutarlos, estar con sus hijos, o al menos en el parto de ellos)
Conversaciones entre amigos en las que se protesta porque cuando vas a urgencias eso está lleno de extranjeros y claro, te toca esperar. ¿Es que es peor enfermedad la tuya que la de otra persona sólo por ser de otro país? Yo a eso lo llamo, como poco, xenofobia. Además, tengamos claro que van todos a urgencias porque tienen que esperar a estar fatal para que les atiendan.
Por favor, seamos un poco más sensatos, más conscientes de las realidades de cada uno. Más solidarios. Cada uno puede ayudar de muchas maneras, pero siempre se puede.
Yo, la primera. Me comprometo a ello.
1- ¿Impuestos que pagamos?.....bueno, la picaresca española es de sobra conocida, y nadie se rasga las vestiduras por ello. Si eres nacional, español, vale cobrar en B. Es que hay clases, ¿no? Eso dicen.
2- Las personas que se encuentran en esta situación no lo están por gusto. Han venido a España buscando algo mejor. Son, en su gran mayoría, mujeres que han dejado a su familia, su casa, su país, para venir al nuestro, trabajar durísimo y enviar mensualmente la práctica totalidad de sus ingresos a sus familias. En muchos casos, renuncian a una educación para que sus hermanos más jóvenes la tengan, aceptan estar solos para que los demás puedan comer o vivan mejor. Y siempre renuncian a su familia, a estar con ellos, muchas veces muchos años. No sé si recordáis los dibujos animados de Marco, pero los que seáis de mi quinta, si los veis ahora,veréis la realidad de hoy. Y deprimente.
3- Muchos de nosotros nos aprovechamos de esa situación irregular en la que se encuentran. Se nos llena la bocaza hablando de derechos y obligaciones, pero no decimos ni mu cuando regateamos 100 euros a un salario ya de por si escaso. Tenemos las de ganar.
4- En el caso de las empleadas de hogar, cotizan hasta por 1 hora de trabajo, pero no tienen derecho a prestación por desempleo. Eso sí, sean nacionales o extranjeras. Aquí, en esta falta de ayuda, todos sí somos iguales. Aplastados.
5- Argumentamos que ahora que hay necesidad, lo que tenemos debe guardarse para los españoles, que los de aquí vamos primeros en la cola. Bueno, pues sólo pensad que igual que tratamos a los extranjeros aquí, nos tratan fuera de España. Y mientras estábamos en época de vacas gordas, nadie dijo nada de toda esa marea de personas que llegaba aquí, cubría puestos de trabajo que ninguno de nosotros quería - bajo nivel, claro, too low for us- y eran explotados de manera sistemática por muchos empleadores.
Conversaciones entre amigas en las que se comenta la cara dura que tiene Srta. Colombiana porque cuando llegó a casa estaba sentada viendo la tv o leyendo (después de haber hecho todas sus tareas y como corresponde a cualquier humano, descansando al menos 2 horas en su jornada de 12h) o qué se cree la Srta. boliviana porque pretende que le pague según convenio, vamos, suerte tiene de tener trabajo.
Mismas amigas contando que han apadrinado un niño en Apadrinalandia, que tienen su foto y esperan poder ayudarle a llevar una vida mejor. Genial, es realmente una buena obra. Pero que no sólo sea para acallar nuestras conciencias. Apadrinemos al hijo de la chica que limpia en casa, sin foto, en persona.
Conversaciones entre amigos en los que se comenta con cierta envidia que Mr Madrileño se ha ido a Méjico a trabajar, qué suerte que su mujer se queda aquí, gastando la pasta. (Olvidemos que son una familia, que él preferiría quedarse aquí con ellos, disfrutarlos, estar con sus hijos, o al menos en el parto de ellos)
Conversaciones entre amigos en las que se protesta porque cuando vas a urgencias eso está lleno de extranjeros y claro, te toca esperar. ¿Es que es peor enfermedad la tuya que la de otra persona sólo por ser de otro país? Yo a eso lo llamo, como poco, xenofobia. Además, tengamos claro que van todos a urgencias porque tienen que esperar a estar fatal para que les atiendan.
Por favor, seamos un poco más sensatos, más conscientes de las realidades de cada uno. Más solidarios. Cada uno puede ayudar de muchas maneras, pero siempre se puede.
Yo, la primera. Me comprometo a ello.