jueves, 26 de febrero de 2015

"NO ERES TÚ, SOY YO" O LO QUE VIENE SIENDO UN POST DESAHOGO

Llevo una temporada muy harta por distintos acontecimientos en varios aspectos de mi vida, tanto en el campo personal como en el laboral. Pero ya está, necesito desahogarme. Tal y como soy, mañana (o dentro de 5 minutos, debido a mi memoria de pez) se me habrá pasado, pero ahora mismo......

NO ERES TÚ, SOY YO.

Este título podría evocar una de esas escenas de ruptura entre la pareja. De tan usada, esta frase resulta manida. "Te dejo, pero no eres tú la culpable, soy yo, que no estoy a tu altura...." ¡Venga ya! Esto ya está muy visto. Y bueno, sí y no. 

En el fondo se contiene una gran verdad. Hay personas que consiguen sacar lo peor de uno mismo. Con sus actuaciones absurdas y sus sinsentidos, consiguen que tú te conviertas en algo que no eres. Así que efectivamente, a ti que actúas así, te digo: no eres tú el problema, soy yo.

No eres tú el culpable de provocarme una pereza abismal con tus quejas y tus chorradas. 
Soy yo que cada vez tengo el nivel de tolerancia más bajo.

No eres tú quien se pone de mal humor por razones que nada tienen que ver conmigo y no consigue dejar sus problemas personales aparcados antes de vernos. 
Soy yo, que no entiendo que esa actitud pueda ser una actitud, y que me esfuerzo a diario por tener buena cara a pesar de que yo tengo también mis propios problemas y preocupaciones.

No eres tú quien se extraña de que una persona no pueda actuar como una buena compañera de otra. Sin necesidad de ser amigos. 
Soy yo, que no veo otra manera posible de ser y me desespero ante mi imposibilidad de comprender tus motivos para escurrir el bulto y hacer leña del árbol caído.

No eres tú la que se esfuerza por hacer que los demás estén cada día más a gusto. 
Efectivamente, no eres tú, soy yo quien lo hace, muchas veces sin que se lo merezcan del todo.

No eres tú quien pide perdón cuando se ha equivocado, ni reconoce los éxitos cuando se consiguen las cosas. 
Para nada, pero sí soy yo quien ve como muchos de sus esfuerzos no tienen más recompensa que "la satisfacción del deber cumplido".

No eres tú quien está sembrando para el futuro, haciendo que algo que es una obligación resulte un mínimo placentero y un poco divertido. Porque el vaso siempre puede estar medio lleno o medio vacío. 
Pero sí soy yo quien se empeña en intentar buscarle líquido al vaso, porque de otra manera, esto sería insoportable.

En resumen, que no eres tú, soy yo. Y te advierto que esta frase es muy típica de las rupturas.....






jueves, 19 de febrero de 2015

ESTA SERÁ NUESTRA CANCIÓN: una Madreloca en modo moñas

En las películas, las parejas siempre tienen una canción. LA CANCIÓN. SU CANCIÓN. Y en los momentos especiales, "alguien" la hace sonar. Puede ser él, ambos en la boda, el mismo cantante que se presenta sorpresivamente en su puerta...muy real todo.

La verdad es que uno de los momentos "nuestra canción" que más me gustan  es el de La Boda de mi Mejor Amigo, cuando Rupert Everett le canta a Julia Roberts  "I Say a Little Prayer"....y más falso no puede ser, vaya, teniendo en cuenta que él es gay y acude a salvarla del desastre que ella va a provocar ante la boda de su mejor amigo. (reconozco que durante un tiempo, tuve un pacto con uno de mis amigos como el de Julia Roberts: si llegados los xxx no tenemos pareja, nos casamos, pero no hizo falta) 

En mi caso, nosotros tenemos NUESTRA CANCIÓN. Ya os he contado "nuestra love story" y si la habéis leído sabréis que nuestro primer beso fue a ritmo de SABOR DE AMOR de Danza Invisible. A mí, la canción me gustaba antes y todavía me gusta más después, pero hay que reconocer que no es lo que se dice un estándar de modelo de NUESTRA CANCIÓN. No suenan trompetas ni tiemblo de emoción con sus violines al escucharla...Tampoco es malo, lo que me pasa es que cuando la escucho me entra la risa floja y me sale una sonrisita...jejejeje.

Estoy en una etapa un poco dura, en la que estamos separados, y esto hace, por una parte, que mi lado más pragmático se haga más fuerte (hay que seguir, es imprescindible) y me haga más fuerte a mí, pero, a la vez, me doy cuenta de lo mucho que lo echo de menos, y de lo mucho que lo necesito. Mi vida está estructurada para compartir los buenos y los malos momentos, y cuando no está, todo es peor. Las llamadas diarias no son suficientes, me saben a demasiado poco. Al igual que las visitas a casa cada dos o tres fines de semana, que son eso, visitas (casi de médico a veces).

Cuando hablamos yo estoy tan cansada que se me olvidan la mitad de las cosas no prácticas: sí recuerdo contarle que tal y cual tienen que ir al médico o al dentista, que he olvidado ponerles postre con la comida, o que uno de ellos no ha vuelto a dormir. Pero tengo poco tiempo (y ganas) de charlar como lo haríamos de haber estado sentados hombro con hombro en el sofá. 

Por eso, hay días en los que tengo que obligarme a parar un poco, relajarme, y tener un momento para recordar que tenemos más. Que no solo somos "los padres de", si no que somos una pareja. En esos momentos me entra un poco de mal humor y de pena, que ni siquiera ponerme a escuchar "nuestra canción" curan.

La relación es evidente que ha cambiado tras 14 años, ahora somos mayores y más maduros, y nos queremos de otra manera, mucho mejor. Nos conocemos más y nos entendemos mejor.

Y como no se lo digo muy a menudo (él es la parte sensible de la pareja, yo soy el cardo borriquero) he decidido hacerle un regalo. He decido elegir otra, una nueva "NUESTRA CANCIÓN". Aquella que recoja un poco todo lo que es cada vez que viene a casa, y todo lo que le quiero decir cuando no lo digo. (Aprovechad, queridos, que entro en #ModoMoñas y eso no pasa todos los días, podéis reíros....)


La canción elegida para ser nuestra canción es BENDITA TU LUZ, de Juan Luis Guerra y Maná. 

Escúchala y luego me dices qué te parece.



 Y te la regalo, porque como dicen:

Bendito el lugar y el motivo de estar ahí 
bendita la coincidencia. 
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí
 bendita sea tu presencia. 
Bendito Dios por encontrarnos en el camino 
y de quitarme esta soledad de mi destino.

Y porque nuestra historia empezó así, cerquita del mar..... 

Bendito el reloj y bendito el lugar, 
benditos tus besos cerquita del mar.

Y vosotros, ¿tenéis una canción? ¿te animas a compartirla?  



sábado, 14 de febrero de 2015

CONSEJOS VENDO QUE PARA MI NO TENGO: RELAJATE Y DISFRUTA



Por muy a gala que lleve el nombre de  mi alter ego, se ve que realmente no lo tengo muy interiorizado. Me repito  (y os repito) que somos humanas, que no somos superwoman  (yo la primera) y que no es posible,  ni mucho menos necesario,  llegar a todo. 


De hecho, esto no se dirige a mujeres, si no que es aplicable a todas las personas.

Muchas veces he tenido broncas con mi marido por su manía de complicarse la existencia: ¿Por qué  ir un  viernes por la tarde al salir del colegio con los 3 niños y solo a hacer la compra de la semana? ¿Qué  necesidad de masoquismo es esa que te hace ir el día más cansado para todos,  al  lugar donde sabes que positivamente se van a portar mal, y solo con los 3? Eso cuando no se le ocurre nada mejor que llevar a algún amiguito a casa....Mejor es mi propuesta: el jueves por la tarde voy yo a la compra y dejo encargado que nos la lleven el viernes por la mañana.

Bueno, pues ahí  está  la clave: CONSEJOS VENDO, PARA MI NO TENGO.


Todo esto tan estupendo, consejos, recomendaciones, realidades, todo vale para los demás, pero a veces se me olvida que para mí también. 

Cuando llevas una semana tremenda de trabajo, falta de descanso, problemas varios, estas más irascible y cualquier chorrada se convierte  en un drama de dimensiones épicas. 


Te pasan esas cosas que, vistas desde fuera, parecen incomprensibles: resuelves un problemón en el trabajo con sangre fría y tranquilidad. Pero llegas a casa y ves que no quedan galletas para el desayuno y te pones a llorar. Trastornada y loca es como me siento. No sé  si reírme de mí  misma o mandarme a un manicomio  directamente.


Y, dado el nivel de agotamiento,  entras en barrena: empiezas a reñir  a los niños por cualquier cosa, pierdes la paciencia, te cansas más.  Y así  sigues....

Hace unos días alguien me dijo una cosa, cuando no dejaba de quejarme porque no sabía cómo actuar ante determinadas situaciones con mis hijos, aquellas que yo decía que eran de "desobediencias y descontrol" alguien me preguntó: 

- ¿Eres muy exigente con tus hijos?

No tuve ninguna duda y automáticamente respondí que sí.

Lo siguiente no fue una pregunta, fue una afirmación:

-Eres demasiado exigente contigo, déjalo, sólo tienes que ser una madre suficientemente buena. No la madre perfecta.

Esto, que he reconocido como un mantra que debo repetirme más a menudo por si acaso se me olvida, lo digo a menudo : no soy superwoman (esa ya me la sabía). Pero además otra cosa muy importante y que debo empezar a creerme: si no quiero ser injustamente exigente con mis hijos y poder llevar una vida más relajada y placentera,  el primer paso es dejar de ser tan exigente conmigo misma.

Así que he decidido imponerme algunas obligaciones a partir de ahora, y este es mi manifiesto para dejar de exigirme tanto.

No sé  si lo conseguiré,  pero a por ello voy.

viernes, 13 de febrero de 2015

LAS MUSAS ME ABANDONAN.......ALTERNATIVAS

A pesar de que me llaman LA MUSA en "algunos círculos", la mía propia, mi musa,  me ha abandonado.

Llevo días dando al coco, pensando qué podría contar que hiciese que escribirlo me divirtiese, de eso que te pones a escribir y te sale un post con el que te lo pasas bien, te ríes, y luego encima, ya sería la bomba, haces reír. Pero nada, que por aquí las musas deben estar de vacaciones.....privilegiadas ellas. A lo mejor se han quedado en el aeropuerto, como me dijo mi hijo el otro día “Mira, mamá, ahí te llaman”. Jajajaja.



Pienso....¿Y si escribo algo tipo "7 cosas que haría si tuviese 7 días libres"? Pero es que termino enseguida: 

1-      Dormir más. Piiiii, error: si no voy a trabajar, llevo a los niños al colegio. Eso implica mucho más trabajo y menos descanso de lo habitual (por mucha ilusión que me haga hacerlo de vez en cuando). Y salir de casa con las pintas tremendas que ello implica. Menos mal que hoy Sophie et voila nos da unos tips de estilo en el Club y que siempre puedo ir a visitar el blog de Andrea Amoretti. Si me hubiese apuntado a tiempo también podría ir a la cena de Silvia

2-       Ir a desayunar fuera, a un sitio de esos chulos que Me gusta Mi Barrio propone de vez en cuando.. Ya, pero como me he levantado tan temprano, sólo pensar en cogerme el coche y cruzarme medio Madrid, buscar un parking, etc….Mejor otro día.

3-      Ir al cine. Estoy taaaaaan cansada que me quedaría dormida hasta con Terminator. Es una pena, porque alguna de las películas que recomiendan http://www.zinefilos.com/recomendaciones/ son de morir de ganas, pero la cama me llama.(o el sofá, porque últimamente es mi lugar de descanso nocturno)

4-      Apuntarme a un curso de algo. Jajajaja, “algo”, ¿Cómo qué? Pues tiene que ser un curso rapidito…Ni siquiera saco tiempo para el de HelloCreatividad al que me apunté hace dos semanas. Podéis reiros de mis pretensiones, pero en mi cumpleaños me regalaron una máquina de coser y estoy deseando aprender a hacer más cosas que subirle los bajos a las cortinas...Además, como siga me voy a quedar con las ventanas al aire.

5-      Ir a algún evento de los que siempre se hacen en horas a las que no puedo ir, por ejemplo la inauguración de la nueva oficina de Marta Moya, que fue el viernes pasado y a mí me iba fatal.

6-      Leer más. Libros y blogs. A diario leo algún libro, pero suele ser en la cama, así que al día siguiente muchas veces tengo que releer lo último leido porque me quedo dormida. A ratitos voy haciendo descubrimientos, como los blogs de Mar del Norte, que he encontrado esta semana, y que aunque parece un blog de costura es un blog personal super interesante. También la web  de Teresa, que me parece una genial iniciativa para ofrecer soluciones a problemas prácticos de las familias en las que alguno de los miembros es militar, hablar de preocupaciones comunes, etc.

7-      Y el domingo……el domingo a descansar, que ya veis qué semana tan intensa he tenido.


Vaya, que esto no me convence, porque al final, la realidad es que esos días libres implicarían más trabajo, y menos descanso. Estar con los niños está genial, pero limita mucho el tema "libre" y "descanso"

Así que nada, desde aquí hago un llamamiento: ¡¡¡MUSA; VUELVE A MI!!! Te echo de menos.....

¿Será que mi Musa ha sido madre y está liada?