miércoles, 16 de octubre de 2013

SECRETOS INCONFESABLES

Hay momentos en la vida que son terribles. Te embarga una sensación de miedo, pavor, terror..... ¿A qué me refiero? Pues no a dar a luz, eso es pecata minuta al lado de lo que os voy a contar, me refiero a....las visitas al dentista.

Sí, podéis reíros  llamadme exagerada, pero sinceramente y con el corazón en la mano, os digo que prefiero dar a luz y sufrir episotomía y contracciones a ir al dentista.

Lo primero, dar a luz es un rato, o al menos esa ha sido mi experiencia. Entras, sabes que todo va a durar lo que sea, pero que sales con premio. Pero ir al dentista.....eso es tremendo.....En primer lugar me voy acercando a la puerta y ya empiezo a notar ese olor....a medicinas, a "me van a hacer daño" y empiezo a sudar. 

Una vez dentro, ni siquiera tienen la decencia de hacerme pasar directamente. No, me dejan en una salita donde el olor es todavía más fuerte y en la que los ruiditos de los tornos que traspasan las puertas se hace cada vez más fuerte e insoportable. (nota mental: proponer insonorización a las clínicas) 

Finalmente, entro en la sala. Me tumbo, me dicen que abras la boca.....y empieza ya el canguelo. Este miedo tiene además dos vertientes:

a- ¿me hará daño?
b- ¿cuánto me va a costar?

Es que pensándolo un poco, tiene mucho de masoquista. Voy al dentista a pasarlo mal, a que me duela, a que me tiren, arranquen, agujereen....¡y encima pago! y una pasta, además.

Bueno, pues así es.

Que sí, que reconozco que mi terror no tiene ningún fundamento aparente, que soy una exagerada para muchos. 

Pero todo empezó un día concreto......Yo había ido al dentista con frecuencia, sin problemas y sin miedos. Hoy toca empaste, mañana limpieza, pasado endodoncia.......y listo. Pues una de las veces, iban a hacerme una endodoncia y me tumbé relajadamente en el sillón. La dentista, que parecía que tenía 15 años, se inclinó sobre mí y me pinchó la anestesia....me dijo "¿estás un poco blanca, estás bien?". 

Y esto fue lo último que oí hasta que me desperté con esa misma dentista subida a horcajadas sobre mí gritando "¡¡¡un médico, un médico!!!" y pegándome bofetadas.  Mi cara de desconcierto, un poema. Y menos mal que me desperté un poco perdida, porque mi reacción natural de otro modo hubiese sido pegarle unos buenos puñetazos a "esa tipeja que me estaba dando una paliza". Aquella sala se puso hasta la bandera, parecía el día que se desmayó la Pantoja a la salida del Tribunal...



El pinchazo de la anestesia me había tocado un nervio y me había dejado inconsciente y convulsionando....Vale que yo no me enteré de nada (más allá del dolor de cara que me llevé gracias a los bofetones) pero la pobre dentista....... amablemente me pidió que no volviese

Me tuve que buscar otro dentista, y tardé 2 años en poder hacerme esa endodoncia, tal era el terror que empezaron a inspirarme. 

Al final, la endodoncia se convirtió en una extracción, y sólo pensar que me podía pasar lo mismo.... Me busqué otra clínica, y más chula que un 8 fui a explicarle lo que me había pasado y que era algo puntual. Me dieron cita para quitarme la muela, y fui tan pancha. Pero en el momento de sentarme.....empecé a llorar, ataque de nervios, vomité.....una estampa preciosa. Así que mi dentista se convirtió en mi psiquiatra y tras 1 hora intentando que abriese la boca, desistió.


De vergüenza. Sí.

Me dio un Lexatin (cosa que nunca jamás había tomado) y me dijo "tómate esto mañana por la mañana, y a la hora te vienes". 

Sí, sí......fui. No vomité, pero iba acojonaita viva. Me tumbaron, y tuvieron que llamar a una enfermera que me agarrase y vigilase mientras me frotaba la frente y la nuca con algodones empapados en alcohol para evitar que me desmayase por la hiperventilación......

La camisa empapada de sudor, las manos doloridas de la crispación.....pero tras 1 hora y pico, sin muela.

Salí feliz, como si hubiese conseguido escalar el Everest o algo parecido....con una muela menos, con bastante pasta menos y la cara estilo Mari Trini.

Así que cuando ayer fui de nuevo, me miraron y por primera vez en mi vida me dijeron "ni una caries"....la sensación fue de "aplaudo con las orejas". 

Eso sí, también me llevé una cita para "valoración con el ortodoncista" que va ser otra película de miedo......ya os contaré.




10 comentarios:

  1. Fui el otro día... A pesar de que conozco a la dentista, y que hay buen feeling, ese día no iba a gusto. Me iban a poner un empaste. Pusieron anestesia. Tenía la cara deformada. Comenzó. Y tuvieron que parar. La anestesia no había cogido bien. Me dejaron esperar otros cinco minutos más (tenía que ir al cole a recoger a mi hija), y volvió (volvieron, porque también había una chica de prácticas), empezó y aguanté la sensación, porque no podían ponerme más anestesia, y porque tenía prisa :p

    Eso sí da miedo!!

    Lo del ortodoncista... Es un sacacuartos!

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  2. Jolín hijaaaaa.. es que no me extraña... qué sustaco lo de la anestesia!! Pero bueno, ya ves.. fobia superada!!! Ayer tan campante.... Jajaja
    Un abrazo

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  3. Ay Paula... ¡Qué pasada!

    Como para no tener miedo, joooooooobar... Totalmente justificado hija mía. Además yo siempre digo que el miedo es libre. Nadie se tiene por qué reír del miedo ajeno. Me alegro de que hayas superado el trance. Eso sí... Comparar el dentista con dar a luz... Ahí taspasao!! Jajajajajaja

    ¡Con un par! ¡Esa es mi niña!

    ¡Un besote!

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  4. A mi marido le pasa igual, odia el dentista. No quiere ni hablar del tema

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  5. Ay la madre!!!!!!!! chica no me extraña que tengas miedo.....menuda matasanos que no sabía ni pinchar :S
    Ahora tu fobia será al post-sillón....quiero decir, a cuando te pasan al despacho para darte la dolorosa jijiji
    Besazos

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  6. ¡Uy pues me dejas bien tranquila! Porque yo seré mamá primeriza en unas semanas y si al dentista no le tengo ningún miedo ¡con suerte el parto va a ser coser y cantar!

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  7. Yo les tengo pánico leñe y ya me cuesta ir ahora me has acojonado, lo peor es que tb me tengo que plantear una ortodoncia y como ya la tuve en su día, pues eso me voy haciendo la loca...

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  8. Ay! Como te entiendo,musa! Yo también he pasado,y sin duda pasaré,lo mio con el dichoso dentista!
    Fui a uno,que en vez de arreglar.. me estropeó todavía mas! Sin contarte que dejó temblando mi cartera!
    Que voy a contarte.. ;) Por eso poco a poco,voy solucionando todo eso,en otro dentista.Que este si que arregla bien.Pero también vacía mi billetera.
    Eso de ser dentista,y medio carteristas.. que debe de ir de la mano!!
    jaja!
    P.D. como ves también te sigo por aquí.Soy super novata en esto.. pero poco a poco.
    Que igual que para hacerse a la idea de ir al dentista,hay que ir pasito a pasito.. con esto del blog idem.
    muaaaaaaá!

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