Hoy estoy de subidón, cargada como una pila, lo cual no quiere decir nada, porque soy de esas personas que se mueven como un balancín: arriba y abajo, pero pocas veces en medio. Es....la salsa de la vida, que como siga así lo que me va a provocar es una úlcera que no veas.
El viernes pasado fue mi cumpleaños (mis @30ylargos), y mi madre, al felicitarme, me decía que a ella lo que le impresionaba era tener una hija de casi cuarenta, porque ella se sentía muy joven. Demasiado para tener una hija de esa edad. Pero que tenía un problema: la vida le pasaba demasiado rápido. Es un punto común el que tengo con ella en este aspecto: la vida "me" pasa, y parece que a veces lo hace tan rápido que no la vivo. La solución, es fácil, y a la vez tremendamente complicada: parar, pensar, disfrutar.
El viernes pasado fue mi cumpleaños (mis @30ylargos), y mi madre, al felicitarme, me decía que a ella lo que le impresionaba era tener una hija de casi cuarenta, porque ella se sentía muy joven. Demasiado para tener una hija de esa edad. Pero que tenía un problema: la vida le pasaba demasiado rápido. Es un punto común el que tengo con ella en este aspecto: la vida "me" pasa, y parece que a veces lo hace tan rápido que no la vivo. La solución, es fácil, y a la vez tremendamente complicada: parar, pensar, disfrutar.

El año que viene, es posible que haya cambios en mi vida, y parte de mis esperanzas están puestas ahí. No tendré que hacer nada, si no que los cambios vendrán a mí. Y eso siempre y cuando se produzcan....demasiadas incógnitas por despejar. Demasiadas posibilidades, todas inciertas.
El primer paso para intentar controlar ese "pasar" lo dí el viernes, comenzando un fin de semana estupendo en el que conseguí dar el paso y avanzar decidiendo yo misma cómo quería que fuesen las cosas. Intervenir. Decidir. El camino hacia la solución a todo esto se hizo patente como muchas otras cosas, cuando se dice en alto y, además, viene de otras personas, personas cuyos criterios valoras. Tras una comida y una charla, tengo que daros la razón: no puedo dejar que las cosas o el tiempo pasen, tengo que intervenir, tengo que pelear. Así que, querida vida, ten cuidado, porque voy a por ti.