Hace unos meses, mientras estaba en el despacho, recibí una llamada de la persona
que cuida a mis hijos, súper nerviosa. Atacada. Me pone a mí de los nervios, os
podréis imaginar. Me cuenta que “el nene” (así, entrecomillado y con tonito) se
ha metido una pieza de lego por la nariz y no deja que nadie se la toque para
intentar sacársela. He de decir que los nervios (suyos y míos, pero sobre todo
los suyos) están perfectamente justificados, porque mientras “el nene” chillaba
como un gorrino en la matanza, los otros dos, por solidaridad, también lloraban
y gritaban. Doy fe, porque se oía por el teléfono.
Salgo pitando hacia allí, llamo a marido de camino por si consigue llegar
antes. Mientras, se me ocurre que vayan
a la puerta del piso del al lado porque la vecina es enfermera…..de todo.
Cuando llego a casa, a la vez que mi marido, me encuentro con el OEPI (objeto extraño
perfectamente identificado), o sea, la pieza de lego (mini lego, he de decir)
incrustada hasta lo más arriba de la nariz. Pero se ve, es roja. Intentamos que
se suene, que sople por la nariz…..no way. El objeto no sale. Hala, al
hospital.
Primer punto, la llegada. Entramos, me voy a recepción con un niño en
brazos muerto de risa que habla fuñaño (o constipado) y me preguntan que qué le
pasa al niño.
Me lo preguntan sin mover la cabeza del papel, ya sabéis, algo
tipo “buenosdiasdigamequelepasa”. Y cuando digo “el nene se ha metido una pieza
de lego por la nariz” veo cómo a cámara lenta la mujer levanta la mirada…..”
¿Qué
se ha metido y por dónde?”
Bueno, entramos al box, volvemos a explicar lo que ha pasado y llega EL
EQUIPO. Es decir, un médico y dos enfermeras. EL EQUIPO tiene una media de
28 años (otro motivo para sentirme mayor ) y me llama de usted (me caen fatal). Y encima, el jefe DEL EQUIPO se quita la bata, para no intimidar tanto al
niño. Yo animo el asunto diciendo “ves, tontín, si no es un médico, es un niño”.
Lo tumban en una camilla, yo sujeto la cabeza, mi marido el tronco, otro
los pies y otro los brazos (¡¡¡toma y toma!!!!, soy del EQUIPO) y el médico
coge el instrumental……. ¡Ah! Os comento: pesa 15 kgs y casi no podíamos con él,
como una serpiente se movía y retorcía.
Bueno, vuelvo. …….. y el médico coge el instrumental……. Os paso foto
SIIIIII, es un clip. Uno normal. Eso sí, lo limpiaron un poquito.
Y fin. Felicitaciones, risas, pero al final, la pena de dejar al EQUIPO.
Snif, snif
Tengo que confesar que yo hice algo del estilo cuando era pequeña, así que
no es tan grave, ¿no? Y no será la última ocasión, porque al día siguiente, a
la pequeñaja, al cambiarle el pañal descubrí…..¡¡¡¡¡una pila de botón en medio
de la plasta!!!!! Sigo buscando el aparato que ya no funciona gracias a mi
pequeña urraca.
Jajajajajajajajaj. ..cualquier día te encuentras un jamón en el oído. ..jejejeje buenísima Paula! Un besiño
ResponderEliminarA mí la pieza de lego me la metió mi hermana en la boca mientras el ahora tu marido iba a buscar ayuda diciendo "Mamá, que la imbécil de Espe le ha metido una pieza en la boca a Fernan!".
ResponderEliminarY respecto a 15 kg pero imposible de controlar, que te cuente mi madre cuando me corté en el brazo y trataron de darme apenas 5 puntos... :-)
Una vez me tragué una pila alcalina... xDDDDDDD
ResponderEliminarjajajaja muy buen post!!!
ResponderEliminarBesotes Paula
Ay madre! Niños! A quién se le ocurre tenerlos! jajaja... El mío mayor cuando tenía 2 años más o menos... no tuvo otra cosa que hacer algo similar, pero con una flor de azahar... se quedó con la bolita y hala nariz adentro... lo metimos en la bañera y a darle ahogadillas... un mal rato... no sabemos si se fue o no pero mocos soltó... lo más grande!!!
ResponderEliminarBesitos guapa