Es vergonzoso,
jajajajaja, y muy gracioso a la vez. Si a mí hace 13 años me dicen que a estas alturas voy a estar casada, tener 3
hijos, y trabajar donde lo hago, me
hubiese reído en la cara de quien hablaba. ¡Vamos! ¡Una madre yo! ¡¿Estamos
locos?! Yo iba a ser una ejecutiva
agresiva, trabajando por el mundo adelante, reivindicando con mi sola
existencia el hecho de que las mujeres somos lo más (a pesar de que tengo un
poco de complejo de marimacho). Forrada, con un cochazo, viajando a tutiplén……y
por supuesto, con un novio en cada puerto, jejejejeje.
¡Hubiese puesto la mano
en el fuego! Y me hubiese abrasado,
claro.
En este momento de mi vida era lo que ahora mismo definiría como "una flipada".
Comparativamente,
tengo un príncipe azul con el que nunca
hubiese soñado (pero para bien, no seáis malvados) , un cochazo de 10 años (cochazo
por lo lleno que va), viajo de vez en cuando y tengo 3 enanos estupendos….aunque
muy pesados.
Y bueno, la realidad de
las cosas es que nunca son como te las esperas. La gente te cuenta lo
maravilloso que es ser madre, pero no te cuenta la verdad.¡¡¡hay momentos en los que es un verdadero asco!!!!
Cuando nace el primero, los agobios, el sin dormir, la pasta, que si el moco, que si tal y cual. Vale, sí. Pero yo personalmente me volví loca de remate. Para mi era horrible ese sentimiento de culpa que tenia por estar hasta el moño de limpiar pañales y la casa, y no poder estar trabajando como solía hacer. ¿Por qué hay que elegir?
Pues en esa baja tuve 2 arranques de agobio memorables (quizá mi marido opine que más....), pero el que más, este momentoloco1:
me dolía horrores sentarme, y le monté un follón-hormonal a mi buenazo para que me fuese a comprar un flotador. Me llamó diciendo que sólo había de pato, y en medio de mi bajada hormonal le dije que no pasaba nada, que no hacía falta.("Perdona lo de antes, no sé lo que me pasa, lo siento..."). Cuando volvió a casa como a los 20 minutos.....sin flotador...... sólo os digo que no llegó a atravesar el marco de la puerta, se fue a buscarme un flotador, y que sepáis que no era de pato. Era de tortuga. (imaginadme sentada encima, viendo la tele, con una cabeza de tortuga asomando entre mis piernas....pues yo, la más japy)
Bueno, con el segundo niño me tomé la baja maternal de otra manera, muuuuucho mejor.
Ya no era Jekyll y Hyde.
Y bueno, ahora estoy en el tránsito hacia algo mucho más peligroso. Lloro en los festivales de navidad, henchida de orgullo por el villancico que ni se oye, pero que yo voy cantando en voz baja a la vez que ellos en el escenario.
Es mi momento "madre de lluvia de estrellas". ¡¡¡¡¡Bertín!!!!! ¿¿¿Dónde estás???
El año pasado hacía la comunión mi sobrina, y fuimos a una ceremonia donde los niños leían una carta a sus padres....lloré otra vez. No quiero pensar el momento en el que llegue la comunión de uno de los míos....
¡¡¡MADRE MÍA!!! La que les espera a mis hijos conmigo, pobres, los compadezco de antemano. Tras muchos años de estudio y observación de mis facultades como madre, he descubierto que, entre otros muchos apelativos que según las circunstancias se me podrían aplicar, el que más me va definiendo es el de “Pantoja”.
Recuerdo ese flotador jajaja
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