No soy la primera, ni es la primera vez, que hablo de la conciliación laboral. Y sigo en mis trece y repito que debe ser una aspiración de todas las personas, independientemente de su status familiar y de su género. Todos tenemos una vida. Una que va más allá del trabajo, por mucho de que algunos tengan la suerte de tener un trabajo que les satisfaga.
En mi caso particular, el mío, mi trabajo, no está del todo mal en cuanto a horario (de 8-17.30, con 1.5 h para comer) pero, aun sabiendo que tengo suerte comparado con otros, ese mismo horario no me permite llevar ni recoger a mis hijos del colegio, y en esa hora y media de descanso entre la mañana y la tarde no puedo ir a casa porque trabajo en la otra punta de la ciudad. Esto me obliga a recurrir a ayuda externa: una persona que se quede con mis hijos por las mañanas cuando yo me voy, y les lleve al colegio. Y lo mismo por las tardes. Si quiero trabajar fuera de casa, claro. Y ya os adelanto que quiero hacerlo.
La semana pasada, con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, el diario 20 minutos publicó este artículo en el que participé contando mi experiencia sobre la falta de conciliación y la (en muchos casos) existente discriminación laboral por el hecho de ser mujer. Yo conté mi realidad, sin tapujos, y hablé de mi día a día. Si leéis los comentarios....En fin, hay de todo, pero no son halagos precisamente.
No vengo a justificarme, porque no creo necesitarlo, sólo quiero hacer una reflexión sobre este tema. Veo que las personas estamos empezando a asumir una peligrosa mentalidad derrotista y conformista que hace que muchos, en general mujeres, renuncien a su vidas profesionales ante acusaciones de ser malas madres (que no malasmadres) y pretendiendo crear un sentimiento de culpa por su pretendida ausencia o falta de interés e implicación en su maternidad, por el hecho de tener aspiraciones personales que van más allá de la maternidad en sí misma. Que muchas nos enfrentemos a esos momentos de conflicto absoluto de los que habla Nohemí Hervada aquí, y que te llevan a mirar a tu padre cuando le acabas de hacer abuelo y preguntarle ¿Para qué he hecho todo lo anterior? ¿De qué sirven mi esfuerzo, mi dedicación y el carácter ambicioso que me has inculcado, ese ansia por alcanzar objetivos? (basado en hechos reales)
PUES NO ME DA LA GANA. No quiero tener que enfrentarme a esas preguntas cuando yo sea abuela. No me da la gana de dejar que sean otros los que deciden por mí sobre "lo que debería ser y hacer". Soy yo quien tiene que decir "qué quiero", y buscarlo entre los "qué puedo". Entre todo ello, mi ideal sería no depender de terceras personas, poder organizar mi vida de otra manera, hacer jornada intensiva de lunes a viernes y así, al menos, poder recoger a mis hijos en el colegio, o ir a tomarme un café con amigos o mi pareja. Poder compaginar mejor mi vida personal con mi vida familiar/social. Ese es el "qué quiero", pero la realidad, la mía, es que por ahora estamos en un "qué puedo" en el que no todo es tan perfecto.
Pero es que nunca nada lo es...lo que hay que hacer es intentarlo y nunca, NUNCA, darse por vencido.
Las mujeres somos poderosas. Y acabo de (re)descubrirlo. Más vale tarde que nunca, ¿no?. No es necesario pisar una alfombra roja ni ser Patricia Arquette para serlo. No hace falta que venga un periodista y me pregunte por mi vestido y que salten voces en mi defensa con la campaña #ASkHerMore.(mi papel de Musa todavía no me lleva por esos derroteros, jajajajaja). Mi día a día me demuestra mi poder.
En mi caso particular, el mío, mi trabajo, no está del todo mal en cuanto a horario (de 8-17.30, con 1.5 h para comer) pero, aun sabiendo que tengo suerte comparado con otros, ese mismo horario no me permite llevar ni recoger a mis hijos del colegio, y en esa hora y media de descanso entre la mañana y la tarde no puedo ir a casa porque trabajo en la otra punta de la ciudad. Esto me obliga a recurrir a ayuda externa: una persona que se quede con mis hijos por las mañanas cuando yo me voy, y les lleve al colegio. Y lo mismo por las tardes. Si quiero trabajar fuera de casa, claro. Y ya os adelanto que quiero hacerlo.
La semana pasada, con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, el diario 20 minutos publicó este artículo en el que participé contando mi experiencia sobre la falta de conciliación y la (en muchos casos) existente discriminación laboral por el hecho de ser mujer. Yo conté mi realidad, sin tapujos, y hablé de mi día a día. Si leéis los comentarios....En fin, hay de todo, pero no son halagos precisamente.
No vengo a justificarme, porque no creo necesitarlo, sólo quiero hacer una reflexión sobre este tema. Veo que las personas estamos empezando a asumir una peligrosa mentalidad derrotista y conformista que hace que muchos, en general mujeres, renuncien a su vidas profesionales ante acusaciones de ser malas madres (que no malasmadres) y pretendiendo crear un sentimiento de culpa por su pretendida ausencia o falta de interés e implicación en su maternidad, por el hecho de tener aspiraciones personales que van más allá de la maternidad en sí misma. Que muchas nos enfrentemos a esos momentos de conflicto absoluto de los que habla Nohemí Hervada aquí, y que te llevan a mirar a tu padre cuando le acabas de hacer abuelo y preguntarle ¿Para qué he hecho todo lo anterior? ¿De qué sirven mi esfuerzo, mi dedicación y el carácter ambicioso que me has inculcado, ese ansia por alcanzar objetivos? (basado en hechos reales)
PUES NO ME DA LA GANA. No quiero tener que enfrentarme a esas preguntas cuando yo sea abuela. No me da la gana de dejar que sean otros los que deciden por mí sobre "lo que debería ser y hacer". Soy yo quien tiene que decir "qué quiero", y buscarlo entre los "qué puedo". Entre todo ello, mi ideal sería no depender de terceras personas, poder organizar mi vida de otra manera, hacer jornada intensiva de lunes a viernes y así, al menos, poder recoger a mis hijos en el colegio, o ir a tomarme un café con amigos o mi pareja. Poder compaginar mejor mi vida personal con mi vida familiar/social. Ese es el "qué quiero", pero la realidad, la mía, es que por ahora estamos en un "qué puedo" en el que no todo es tan perfecto.
Pero es que nunca nada lo es...lo que hay que hacer es intentarlo y nunca, NUNCA, darse por vencido.
Las mujeres somos poderosas. Y acabo de (re)descubrirlo. Más vale tarde que nunca, ¿no?. No es necesario pisar una alfombra roja ni ser Patricia Arquette para serlo. No hace falta que venga un periodista y me pregunte por mi vestido y que salten voces en mi defensa con la campaña #ASkHerMore.(mi papel de Musa todavía no me lleva por esos derroteros, jajajajaja). Mi día a día me demuestra mi poder.
Es cierto que suelen llamarnos "el sexo débil " y que, durante mucho tiempo pensé que había algo de verdad en esa expresión. Pero ya no. Somos muchas veces "la mujer de" y, muchas veces, algunas podemos sentirnos poco por nosotras mismas. Ahí ya entra en juego el criterio de cada una para elegir una pareja que piense igual que tú (yo la tengo)
Si has leído mi entrevista, quizá te has sentido identificada, y es que somos muchas, para lo bueno y para lo malo. Según datos extraídos de la encuesta #CONCILIA13F, más del 50% de las mujeres encuestadas que trabajan mencionan haber tenido experiencias negativas desencadenadas por su maternidad. Es triste decirlo, pero soy parte de ese "más del 50%."
Pero no es menos cierto que tenemos poder. Somos poderosas. Soy poderosa. Y por eso me quiero unir a otras mujeres con poder. Porque como decía la famosa frase de La Bola De Cristal " SÓLO NO PUEDES, CON AMIGOS SÍ". Por eso, porque "con amigos sí" me declaro fan incondicional, hooligan, o como quieras, de iniciativas como la de #CONCILIA13F de El Club de las Malasmadres (esta vez sí, malamadre todo junto)
Las primeras conclusiones de la encuesta del Club han sido...nefastas. Si quieres leer el resumen de las mismas, lo puedes hacer aquí .
En cuanto a mis conclusiones....son estas:
Porque tengo poder.
Porque soy poderosa.
Porque somos poderosas.
Y juntos podemos cambiar las cosas.
Las primeras conclusiones de la encuesta del Club han sido...nefastas. Si quieres leer el resumen de las mismas, lo puedes hacer aquí .
En cuanto a mis conclusiones....son estas:
Porque tengo poder.
Porque soy poderosa.
Porque somos poderosas.
Y juntos podemos cambiar las cosas.
Mr siento totalmente identificada. Tengo una carrera que me ha vistado mucho conseguir. Un trabajo que me encanta pero que es difícil compaginar con la vida social en general. 9.30-13 y 16.30-21. Que paso poco tiempo con mi hijo aunque lo lleve y traiga del cole y comamos juntos.
ResponderEliminarPero es lo que YO he elegido y no me siento mal por ell. Ser madre es una parte (importante) de mi vida pero No es mi vida. Y hay gente que no lo entiende. Y me frustro y discuto y pienso... Y si tienen razón...pero luego miro a mi madre, que lo hizo antes que yo. Hace 30 años, y luchó contra una sociedad aun más machista que ella, sin ayuda de nadie. Pero ahora se siente orgullosa y me ayuda a mi a sentirme orgullosa y a no tener que renunciar a nada.
Me uno a la iniciativa. Gran INICIATIVA.
Bajo mi punto de vista, se trata de eso, de hacer lo que cada una quiere. También es verdad que cada cosa tiene su momento, y lo que hoy nos parece perfecto, mañana cambia por nosotras mismas. al final, se trata de disfrutar al máximo y poder elegir.
Eliminarbesos y gracias por venir!
Mi caso es algo más relajado Hoy por hoy, mis hijos son algo mayores y trabajo para el sistema público, con horario continuo a turnos. Pero me gustaría destacar otro aspecto, y es el de que, independientemente de los deseos o interés en desarrollar una carrera profesional, esta el hecho de que todos necesitamos trabajar para vivir. Todos. Bajo mi punto de vista, todos debemos tener independencia laboral y económica, sea cual sea la situación familiar. Por que además de que lo que hoy es estable cualquier día puede cambiar, en mi opinión toda persona debe automantenerse en la medida de lo posible. De modo que no solo se trata de desarrollar un proyecto profesional. Las limpiadoras, niñeras, camareras, dependientas de supermercados, etc, suelen hacer su trabajo por dinero, no por realizarse, no nos engañemos. Y también necesitamos conciliar. Y nadie se atreve a insinuar que anteponemos el trabajo a los hijos, y que no los atendemos debidamente. La idea de que todos debemos ser autosuficientes además debemos transmitirlas a los hijos. Así que la conciliación es algo imprescindible. Si lo es para profesionales cualificadas con un sueldo que les permite pagar a alguien para llevar a los niños al cole, no digamos para las ochocientoseuristas que hacen todavía más malabares.
ResponderEliminarTienes toda la razón, en mi caso, llegados a este punto, trabajo porque lo necesito. No sólo los mileuristas, si no todos los que trabajamos para vivir, y si es posible, para vivir mejor. A mí el trabajo me da independencia, no sólo económica, que también, si no vital, me da una faceta de mi vida que me permite ser más yo. Al que lo haga de otra manera, pues perfecto, pero la clave está en elegir, en poder hacerlo. y que elegir trabajar permita tener una vida personal lo más plena posible.
Eliminarbesos y gracias por tu aportación
Claro que se puede. Lo que tenemos es que querer todos, hombres y mujeres. Y eso solo llegará cuando nos demos cuenta de que lo que de verdad importa es poder dedicar tiempo a los hijos sin estar agotaicos, porque ellos son el motor del futuro y cuanto mejor les eduquemos mejor será este. Y, para que lo hagamos bien necesitamos, desde luego, que otras faceta de nuestra vida los realicen y hagan sentir bien, felices, emocionalmente estables.
ResponderEliminarEso es, conciliar es de personas, no sólo de mujeres.
Eliminarbesotes
Que razón tienes entre todas podemos aunque a veces por miedo a que nos despidan no sea así. Yo en teoría no me podría quejar tengo horario conciliador de 8-16 y un día a la semana de 8-18, y ya estoy pensando en el horario de septiembre cuando la buenahija comience el cole y me pongan mil pegas y malas caras, la semana pasada se me ocurrió cambiar la tarde para poder ir a ver un colegio y de castigo la semana siguiente me la cambió mi jefa porque quiso y claro sin poderte negar porque a malas tienes las de perder. A veces me gustaría tener una varita magica que hiciera que cambiara la mentalidad de las personas, porque si mi jefa es de las de si tienes hijos te jod....... y cuanto más tarde salgas mejor aunque sea para calentar la silla. En fin ya he llegado al punto de si lo necesito pedir lo que sea aunque luego se que me lo hará pagar pero es que sino poquito a poco nos van comiendo y nos anulan en todos los aspectos y eso que no tengo un puesto de mucha responsabilidad, pasito a pasito se anda el camino.
ResponderEliminarBesos
Pues esa varitas mágica no es, pero podemos hacer magia uniéndonos para intentar dejar una situación mejor a los que vienen
Eliminarbesotes
Gracias por hacerte eco de mi post.
ResponderEliminarLAs que de un modo u otro podemos elegir somos afortunadas. Aún hay una gran mayoría de mujeres que no tienen ni esa opción.
Un saludo desde Gran Canaria
Exacto, Nohemi. Hay que pelear por todas.
Eliminarbesos
Plas, plas, olas. Te admiro por todo lo que haces y puedes hacer, un besazo
ResponderEliminarTú que me ves con buenos ojos. Gracias Anya. besos
EliminarFantástica reflexión, Paula. Y es verdad que muchas nos sentimos prejuzgadas desde el momento de ser madres. Y sí, somos poderosas, pero cuesta creérselo cuando, como yo, muchas mamás pasan años, años sin poder reencontrarse laboralmente, o quizás no lo hagan nunca porque la sociedad las ha penalizado y les ha puesto una cruz. Es muy difícil luchar contra esa sensación de impotencia y frustración. Yo me he sentido así y lo sigo haciendo, muy preparada y no tengo sitio, ¿tanto luchar para esto? Pero es verdad que en un punto de inflexión vital he conseguido levantar la cabeza y volver a la carga con fuerza. Reinventándome. Otra cosa es que lo consiga, peor al menos tengo la actitud y la convicción. Enhorabuena...
ResponderEliminarPues mira, estoy convencida de que lo conseguirás. Has puesto todo de tu parte y lo mereces. Ahora, tenemos que pelearlo, y por eso entre todos se conseguirá más.
Eliminarbesos
Me ha encantado tu post, ¡que fuerza!
ResponderEliminarel tema de conciliación me interesa mucho.
Y he llegado a la conclusión que el término en si aun falta por definirlo, creo que mucha gente no sabe lo que significa o cree que significa otra cosa.
Ahora, falta mucho desde el gobierno o desde las instituciones, pero por mientras hay que trabajar para que se escuche y una vez más, para que se defina bien.
Si te animas, pasate por mi página!!
bss
emprendedorasycreativas.blogspot.com.es
hola Pame
EliminarGracias por pasarte. Tengo que echar un ojo a fondo a vuestro blog.
Encantada de conocerte!
yo puse en una balanza en un momento determinado de mi vida, y dejé mi empresa propia para cuidar durante el primer año a mi pequeña, pero desde el minuto uno, ya estaba pensando en adaptarme para trabajar desde casa, porque yo no soy solo mami, soy mucho más y he sido mucho más. Hay algo que en mi situación me he encontrado en algún momento y es a mujeres que sin querer renunciar a su trabajo, a su carrera, se justifican con que yo tengo suerte por mi situación, por el tiempo que paso con mis hijos, pero no entienden que quizá yo eche de menos trabajar fuera de casa, ganar un sueldo, etc...y que además del mucho o poco trabajo que tengo con Mi Platera, saco tiempo para hacer la casa y esta chica tiene una mujer que la ayuda. en fín, que como en todas las etapas de la vida, se componen de elecciones, yo elegí una cosa, y respeto y admiro la elección de cualquier otra mujer, pero que no llamen a mi elección suerte, cuando cualquier elección conlleva un sacrificio. No sé si se me puede entender, que a estas horas y despues de no haber dormido nada no tengo la cabeza muy lucida. Besos campeonas, y tanto si trabajamos fuera o dentro de casa toda mujer debe sentirse superpoderosa.
ResponderEliminarEso es, se trata de ejercitar nuestro poder, de saber que esperando sentadas no se puede pelear por lo que una quiere, si no que hay que salir, protestar y colaborar. Que unidas se consiguen cosas, sean cuales sean esas cosas.
Eliminarbesos y gracias por pasarte
En general tenemos que luchar las mujeres.no consiste en hacer guerras mujeres contra hombres.En primer lugar tener muy presente que somos todos seres humanos.Pero no es justo lo que tenemos que aguantar algunas por el mero hecho de ser mujer.La sociedad en general no esta preparada para dar paso a esta igualdad.Y tengamos presente que hombres/mujeres.mujeres/hombres somos diferentes.polos opuestos se atraen.Respeto.compresion.Vaya facilisimo
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