Pues ya llevamos solitos desde el lunes. Hoy es el cuarto día.
Esta semana está siendo bastante tranquila, la verdad. Lo cual podríais pensar que es genial, y así me gustaría pensarlo a mí. Pero la realidad, es que los conozco. En el fondo lo hacen para que me confíe, y cuando me haya relajado y aceptado que en el fondo son buenos y duermen bien....ZAS, seguro que me la dan con queso. Pero no, no me vais a engañar.....Yo, por si las moscas, esta noche he preferido esperar un poco para irme a la cama. Me temía una noche de despertares porque Bárbara se quedó dormida antes de cenar. Así que me tumbé en el sofá a ver una serie, pensando "¿para qué irme ahora, si en un rato empezará la guerra?". Y ahí me ha encontrado el despertador esta mañana, torcida y cuellirrota en el sofá....¿Veis como son maléficos?
La semana, con el cole y el trabajo, no da para mucho, la verdad, pero como hay una rutina establecida todo es más fácil. Lo temible realmente es el fin de semana....miedito. Y este, encima, es de 3 días. He decidido que me apunto a todo, con y sin niños. Si hay que morir, que sea de exceso de actividades. Así que empezaremos el sábado con visita al dentista por la mañana. Hijo mediano que se pone a llorar cuando se lo recuerdo. Y conversación surrealista que os transcribo tras varios intentos por comprenderla entre hipidos y mocos:
Yo: ¿Por qué lloras si ya has ido y no te hacen daño?
Yago: Porque sé que no vas a entrar conmigo.
Yo: Ya, pero a papá tampoco le dejan.
Yago: Es verdad (más mocos, y más hipidos) pero papá me protege más, porque como es más grande la dentista no me hace daño porque le tiene miedo.
Ante esto, se me cae el alma a los pies y sólo se me ocurre decirle: " Pero no ves que soy una malamadre y que las dentistas nos tienen más miedo que a los padres?" No sé yo si se lo habrá creido, pero al menos en el momento sirvió para que dejase de llorar.
Sábado y domingo ya organizados, y el lunes casi casi también. Así que a ver....
Y me encantaría poder enseñaros un vídeo del momento de acostarse. Padre que llama por skype, y después de haber charlado un rato con ellos, les dice que se vayan a la cama, se acuesten y ponemos el skype en modo video y altavoz. Es el momento de rezar e irse a la cama. Da igual la distancia, las costumbres se mantienen. Y ellos se quedan dormidos y tranquilos....por ahora, como os he dicho. Yo sigo alerta.
Terminaré con esta cara.... |
Ja ja Paula,espero que no acabes con esa cara ,pasame tu organización porque yo organización cero.Me ha encantado lo de rezar y a la cama y la contestación de lo del dentista.un besazo
ResponderEliminarJajajajaja que bueno lo del dentista, yo me habría quedado patirifusa!!! Ánimo que ya queda menos.
ResponderEliminarAy, hija, qué son unos cieletes!! Qué verás que es más fácil de lo que piensas ;)
ResponderEliminarTe darán una lección.Saben que los reyes están al caer;).
ResponderEliminar