RECUÉRDAME EN QUE DÍA VIVO

Cuando estás estudiando, tus años se cuenta por cursos escolares. Las cosas no te pasaron en el 89 o el 99, si no en séptimo o quinto. Pero cuando dejas de estudiar, los años empiezan a tener nombre, y ya se cuentan de otra manera. Hasta que de nuevo, a causa de tus hijos, vuelves al conteo de cursos.

Esto al principio fue muy difícil para mí: ¿Vas a 3º de eso? ¿y eso qué es? ¡Ah! Como 3º de BUP? ¿Noooo? ¿Bachillerato sólo hay dos? ¿Entráis en la universidad a los 17? Qué lío.

Pero la realidad es que es así, y mi calendario actual corre de nuevo a la par que los cursos de mis hijos, y dentro de ellos, de vacaciones de Navidad a Semana Santa, y de ahí a verano.

Y se pasa demasiado rápido.

No te das cuenta, pero hace un minuto era Navidad, y ya estamos en junio ahora- aunque no lo parezca- así que al momento siguiente ya será noviembre de nuevo.

Como decía, demasiado rápido.

Al pensar en esto, me he quedado…..chof. Hoy estoy chof.  En todo el vago sentido de la expresión. 

La razón es darme cuenta de que otro año me ha pasado volando, y tengo la impresión de no haber hecho nada que merezca la pena.  Y es una sensación que no me gusta. Me aprieta, me espachurra y me hace sentirme fatal. ¿En qué narices he estado perdiendo el tiempo? ¿Me sobra tanto que puedo permitirme tirarlo a la basura?

NO

¿Y qué hago? 

Pues aprovecharlo bien, gilipollas. 

Así que me he hecho el firme propósito de hacerlo.

Porque a veces se nos olvidan estas cosas, ¿no?, al menos a mí. Y lo que tengo claro es que no quiero que llegue un día y piense "si hubiese hecho o dicho....."

Hoy empiezo, y al llegar a casa me bajo a la piscina con los niños y mi marido por muy cansada que esté.